Después de que el iPhone 5s fuese presentado durante el pasado mes de septiembre, los diferentes fabricantes de componentes de hardware para teléfonos inteligentes y tabletas dejaron conocer de forma pública su opinión en relación con el buque insignia de Apple. Estamos refiriéndonos de forma especial, evidentemente, a Qualcomm. El fabricante de chipsets, en un principio, hizo saber que “no le impresionaba” el chipset A7, aunque más tarde confesaron que este poderoso -y potente- chipset les asustó, y no es de extrañar teniendo en cuenta que el Apple A7 dobla la potencia del A6 y alcanza la de los Intel Ivy Bridge de los portátiles de Apple.

La tecnología que incorpora el chip A7 de Apple, según la nueva información que nos llega, no sólo está muy por encima de lo que actualmente incorporan los competidores más directos del iPhone 5s, sino que además alcanza incluso la potencia que ofrecen los Ivy Bridge que incorporan los ordenadores portátiles de Apple de la generación pasada. Esto quiere decir que, aunque actualmente no se está utilizando el cien por cien de las posibilidades de este SoC -system on a chip-, la potencia que el iPhone 5s puede ofrecer -ciñéndonos exclusivamente a este componente de hardware- es la misma que estos ordenadores. Ahora bien, ¿cuál es el “lastre” que no permite al iPhone 5s desarrollar toda la potencia de su chipset Apple A7?

El procesador Apple A7 del iPhone 5s no rendirá nunca a máxima potencia

A pesar de la potencia que es capaz de alcanzar el chipset Apple A7 del iPhone 5s, el resto de componentes de hardware de este dispositivo limitan las posibilidades del mismo. La batería, en primer lugar, es uno de los mayores “lastres” del A7 de Apple y, evidentemente, también del iPhone 5s. Si ya es relativamente escasa la autonomía del smartphone de Apple, mucho más aún lo sería con su procesador funcionando a pleno rendimiento. Por otra parte, también la memoria RAM -sólo 1 GB de memoria RAM- se queda corta en relación con las posibilidades de este procesador que, en el iPhone 5s, no podrá funcionar a pleno rendimiento.

 

 

Aunque siempre se destaque una única característica del chipset A7 de Apple, la arquitectura de 64 bits, el “corazón” del iPhone 5s tiene otras características que justifican su superioridad con respecto a la competencia. El número de puertos de ejecución es lo que determina las instrucciones con las que el procesador es capaz de trabajar de forma simultánea por cada ciclo de su “reloj”. Así pues, nos encontramos con que se dobla la capacidad del chip A6 y, además, se alcanza exactamente la misma que en los Ivy Bridge montandos en los portátiles Apple de anterior generación.