El Día de la Marmota se celebra el segundo día de febrero en ciudades y poblados de Estados Unidos y Canadá. La más popular es la que se realiza en Punxsutawney, donde una marmota llamada Phil es sacada del abrigo de su madriguera en un tronco de árbol cerca del amanecer. Según la tradición, si Phil ve su sombra, habrá seis semanas más de invierno en Norteamérica. Si no es así (porque esté nublado, por ejemplo), la primavera llegará pronto.

 

La tradición del Día de la Marmota tiene orígenes religiosos. Todo comenzó con el Día de la Candelaria, una fecha festiva en la tradición cristiana en la que, hace cientos de años en Europa, los sacerdotes bendecían velas y las repartían. Los que participaban declararon que si el cielo estaba despejado ese día, el invierno sería largo. Los romanos llevaron la tradición a los alemanes, quienes concluyeron que si el sol aparecía ese día, un erizo podría ver su sombra y eso indicaría que habría seis semanas más de frió, o un “segundo invierno”.

Más tarde, los alemanes que inmigraron a Pensilvania llevaron la tradición con ellos a ese estado donde las marmotas habitan en varias partes. Y fue entonces cuando la marmota reemplazó al erizo como pronosticadora meteorológica.